1/2 taza de mantequilla, más 2 cucharadas derretidas para pincelar en la parte superior si lo desea
1 taza de suero de mantequilla
2 tazas de harina para todo uso
1 cucharadita de azúcar
1 cucharada de polvo para hornear
1 cucharadita de sal
Precalentar el horno a 230 grados centígrados.
Cortar 1/2 taza (1 barra) de mantequilla y ponerla en el refrigerador (o congelador) y medir 1 taza de suero de mantequilla y ponerla en el refrigerador, derretir 2 cucharadas adicionales de mantequilla en un tazón pequeño o ramekin, reservar.
En un tazón grande, combinar la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal, batir.
Cortar la mantequilla fría hasta que parezca harina de maíz.
Verter el suero de mantequilla y amasar la masa con los dedos hasta que todo se junte, luego dar golpecitos a la masa sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que tenga aproximadamente de 1/2 a 1 pulgada de grosor.
Cortar con un cortador de galletas o vaso de vidrio.
Colocar las galletas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y pincelar con 2 cucharadas de mantequilla derretida.
Poner la bandeja para hornear con las galletas en el horno y hornear hasta que estén doradas o de 10 a 15 minutos, luego retirar del horno y enfriar en una rejilla para hornear o tabla de cortar.
Mi receta favorita de todos los tiempos, hago esto cada semana, ¡galletas de suero de mantequilla fáciles, mantecosas y escamosas! También es ideal para el desayuno y como sándwich con huevo.
10 Galletas