500 g de fabes asturianas
5 a 6 l de agua
2 chorizos (para cocinar)
2 morcillas españolas (morcilla negra con cebolla)
140 g de tocino (sin rebanar)
1 cebolla
El día anterior, remojar las fabes en unos 2,5 l de agua y dejarlas toda la noche.
Tirar el agua y poner las fabes en una cazuela grande.
Pelar y picar la cebolla (muy fina).
Cubrir las fabes con 3 l de agua. Añadir la cebolla picada y el chorizo, la morcilla y el tocino enteros.
Llevar a ebullición suave y espumar. (Es posible que haya que espumar más de una vez, no dudes en hacerlo). Reducir el fuego a bajo y dejar tapado.
Después de aproximadamente una hora y media, añadir 0,5 l de agua fría. Tapar y dejar a fuego lento.
Después de 4 horas de cocción lenta, la fabada estará lista. (La mayoría de las veces, no será necesario añadir sal, ya que los diferentes trozos de cerdo añadidos suelen estar bastante salados).
Servir las fabes en cuencos o platos hondos con los trozos de carne por encima.
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