1,8 kilogramos de pechuga
2 cebollas, cortadas en rodajas no muy finas
3 dientes de ajo, machacados
4 cucharadas de albaricoque u otro zumo de fruta de hueso
Zumo de 1 limón
2 cucharadas de pimentón
2 cucharaditas de tomillo
2 cucharaditas de orégano
1 cucharadita de mejorana
1 cucharadita de romero
1 cucharadita de ajedrea de invierno
1 cucharadita de bayas de enebro machacadas
1/2 cucharadita de canela en polvo
Sal y pimienta
1 lata de Coca-Cola (no sustituyas la natural)
Precalienta el horno a 163 grados Celsius.
Coloca las cebollas en el fondo de una fuente de horno pesada.
Mezcla la mermelada, el zumo de limón, el ajo y las especias, y frota la mezcla sobre la carne. Coloca la carne encima de las cebollas.
Vierte 250 mililitros de cola sobre la carne.
Asa, tapado, durante ~ 45 minutos por cada 450 gramos, rociando de vez en cuando; destapa durante los últimos 30-45 minutos para que la parte superior se dore si aún no lo ha hecho.
Puedes hacer una salsa fabulosa simplemente cocinando los jugos de la sartén con un poco de vino tinto y una pizca de harina en la estufa.
Odiaba la pechuga cuando era niño. Entonces quise organizar una Navidad judía en mi casa, así que investigué recetas entrevistando a todos mis amigos que también habían crecido con ella.
Al descubrir que había 2 grupos de fabricantes de pechuga: el grupo de la sopa de cebolla instantánea Lipton y el grupo de la salsa de tomate, supe que tenía que buscar más. Recordé que mi abuela siempre tenía unos cuantos litros de Coca-Cola en su despensa, que sólo utilizaba para 2 cosas: desatascar el fregadero de la cocina y ablandar la carne. Pensé: esto es...
Tras más investigaciones (incluyendo el descubrimiento de un sitio web con 500 recetas de pechuga que sólo confirmaron mis primeros descubrimientos) reuní mi propia versión, utilizando una combinación de hierbas que había inventado unas semanas antes, un poco de mermelada sobrante que había enlatado ese verano y algo de coca-cola para ablandar la carne, que de otro modo no sería tan indulgente.
Lo que ocurrió fue la combinación perfecta de sabor, textura (mi amigo Ricky la llama "carne quebradiza") y casi ningún trabajo para conseguirlo.
6,0 Personas, Dependiendo De Cuánto Les Guste La Pechuga.